lunes, 22 de noviembre de 2010

Tres traducciones de Rossetti

   Traducir poesía siempre es un reto. No hay que discriminar su dificultad respecto a la prosa. Estos tres trabajos son sendas versiones al castellano de tres poemas de Dante Gabriel Rossetti, que traduje por recomendación de mi tutora, Maite Méndez Baiges, para mi tesis doctoral.
    Fue gracias a este trabajo como empezó a interesarme la traducción poética del idioma inglés, tarea a la que me he ido familiarizando gracias a la traslación de libretos y fragmentos de musicales anglosajones como parte de una labor desinteresada que estuve elaborando para la ESAD de Málaga.
   Body's beauty, Proserpina y Sudden Ligth son tres visiones arcanas, míticas e intimistas de la mujer prerrafaelista, de los cuales los dos primeros hallaron su reflejo pictórico en respectivos cuadros, tanto o más famosos que su homólogos poéticos.



 
 Body's Beauty
(Belleza física)
Cuéntase de Lilith, que fue de Adán mujer primera,
(la bruja a quien amó antes de serle dada Eva)
que dulce, mejor que la sierpe, su lengua experta era
en engaños, y, oro primordial, sus mágicas hebras.
Joven e impertérrita, mientras el mundo envejece;
y concentrada en sí misma, urde para los hombres
las sutiles líneas de una brillante red, en que,
presos, corazón, cuerpo y vida en su dibujo aferren.
La rosa y la amapola son tus flores, pues dime,
oh Lilith, ¿dónde está aquél a quien no extravíen
tus almibarados sueños, tus besos, ni tus alquermes?
Al instante en que unos ojos en tu fuego se hallaron,
¡Ay! su lozano cuello quebraste, estrangulando
el corazón, con sólo uno de tus hilos dorados1.

1 ROSSETTI, D.G., “Body's Beauty”, 1868, en The Victorian Web, traducción de Antonio Olveira,             http://www.victorianweb.org/authors/dgr/petracca2.html, obtenido el 19-12-2009




  Proserpina

De lejos, la luz trae un frío hechizo
hasta el muro; un instante fugaz,
de mi palacio a la lejana puerta.
Lejos quedan las flores de Helena de este fruto,
del funesto fruto, que, una vez probado, llega a esclavizarme.
Qué lejos aquellos cielos de este oscuro Tártaro,
sacudiéndome, helada; y lejos, qué lejos,
las noches que no fueron de aquellos días que fueron.
Qué lejos me siento de la que era entonces, abrigando
extrañas formas de pensamiento, esperando un signo,
y aún, un corazón rogando por un alma;
ecos en mi ser que se empeña en recordar,
y que, incensantes, me susurran al oído:
¡Lo siento por ti, desdichada Proserpina!2



Sudden ligth
                              (Luz Súbita)

Yo estuve aquí antes, 
no sé cómo ni cuándo :
 
reconozco esos prados,
el umbral de la puerta,
el olor penetrante,
el suspiro, el sonido,
los reflejos del río.
Tú fuiste mía antes; 
no te sé decir cuándo.
 
Al volar la ave negra
vi tu cuello girarse.
Lo supe al instante.
¿Ya había sido así antes? 
¿No sería el trazo
curvilíneo del tiempo,
devolviendo a la vida 
aquel yerto amor nuestro,
que, a pesar de la muerte, 
retornaba a las noches
de olvidados deleites?
3
                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario