jueves, 12 de septiembre de 2013

OBITUARIO. Diálogo







DRAMATIS PERSONAE

ALBERTO
JOSE

(Dormitorio en penumbra. Una cama en medio con un hombre desnudo, boca abajo. Al fondo, una mesa con un ordenador portátil. De un extremo sale otro hombre desnudo, secándose con una toalla).


JOSE. Bueno, esto es ya otra cosa (Va hacia Alberto y le besa la espalda). Mmmh... Qué espalda tan bonita. ¡Adoro las pecas! Podría besarlas una por una...


ALBERTO.¿ Te gustan? Todas para tí. Mmmh (JOSE le abraza).


JOSE. ¿Sabes? El caso es que creo que nos conocemos...


ALBERTO. Yo también creo, de vista... Pero nunca hemos hablado. Hasta que me pinchaste en esa web.


JOSE. Claro, tú eres amigo de Mario. ¿Sabes quién digo?


ALBERTO. ¡Sí! Mario. Nos conocemos desde hace años.


JOSE. Yo, desde hace más de treinta.


ALBERTO. Yo, desde los años ochenta.


JOSE.  Él me llevó al primer sitio de ambiente. Jajajaj.


ALBERTO. Con él fui a mi primera orgía. Jajajajaja


JOSE. (Pausa) Ah... Ehm... Pues se ha casado hace poco, con un chico brasileño.


ALBERTO. Bastante más joven que él...lo vi en las redes.


JOSE. Sí. Estuve el mes pasado en su boda. Espero que le vaya bien.


ALBERTO. Pues siguen de luna de miel.


 JOSE. Sí, no paran de colgar fotos.


ALBERTO. (Pausa) Entonces, él y Saúl...Lo dejaron... (JOSE le mira en silencio) Era una relación tormentosa.


JOSE. ¿Pero no lo sabes?(Pausa) Saúl murió.


ALBERTO. Espera, espera... ¿Saúl? ¿El chico de Gibraltar? Que tenía dos afganos...


JOSE. Sí. sí... Saúl...


ALBERTO. ¿Qué me dices? Pero, ¿cómo?


JOSE. En su casa. Venían de tomar unas copas. Se dejaron las llaves dentro. Saúl intentó subirse al balcón y cayó desde el segundo piso.


ALBERTO. ¿Desde el segundo piso?


JOSE. Cayó mal. Tuvo mala suerte. Se partió el cuello. Iban bebidos...


ALBERTO. ¡Dios mío de mi vida! Saúl... No puede ser... Ay...


JOSE. Si llego a saber que te iba a afectar tanto, no te digo nada.


ALBERTO.  (Pausa) Fuimos amantes un tiempo, durante una de las separaciones de Mario. Qué bonito era... Era un niño. Simpático, adorable, precioso... ¡Maldita sea!


JOSE. Sí... Maldito destino.


ALBERTO. Maldito y despiadado. Aún le veo  paseando sus dos perros por la Plaza. ¡Mierda!...


JOSE. (Pausa) Murió hace más de un año.


ALBERTO. Su perfil está todavía en internet. Hace menos de un mes que lo vi... (Pausa) Perdona. Me parece tan fuerte...


JOSE. Lo siento, Alberto, lo siento de verdad.


ALBERTO. Ya está. No te preocupes (Se abrazan) ¿Sabes? No es la primera vez que me pasa.


JOSE. ¿El qué?


ALBERTO. Por vivir fuera. Perder a alguien y enterarme después de mucho tiempo.


JOSE. De todos modos, sabes que Mario es muy discreto.


ALBERTO. Sí... Pero ya me ha ocurrido varias veces. Primero, mi fisioterapruta, Francisco, luego, Arturo, el director del coro, mi amigo Jesús, de Granada... Y ahora, Saúl (Pausa). Morir se está volviendo otra cosa. Ya no es la tierra, ni el cementerio. No son ni huesos ni cráneos, ni lápidas. Es una imagen en la red. O un mensaje en tu teléfono: "El número no existe"...No es polvo, ni cenizas. Saúl ya no está, pero su imagen sigue colgada en el ciberespacio. A lo mejor para siempre....


JOSE. Así es el mundo en que ahora vivimos.


ALBERTO. Creemos tener acceso a cualquier tipo de conocimiento, a todo tipo de noticias con solo apretar un botón... Pero lo cierto es que el mundo real es lo único  que existe, con su vitalidad inmediata. El resto son imágenes, fantasmas...


JOSE. Ha sido una pena, la verdad...


ALBERTO. Estuvimos tan cerca...


JOSE. Bueno, Alberto. Me voy a ir yendo... (Cogiendo su ropa, comienza a ponérsela. Al cabo, se detiene) ¿Realmente era tan fuerte tu relación con Saúl?


ALBERTO. No. No por su parte.


JOSE. Aah...


ALBERTO. Apenas nos vimos tres veces. Pero verás...(Se acerca a JOSE y le coge el rostro, cariñoso).


JOSE. ¿Qué


ALBERTO. Yo sigo enamorado de todos mis novios.


JOSE. ¿En serio?


ALBERTO. Por efímeros que hayan sido.


JOSE. ¿De todos? Jeje...


ALBERTO. Todos los amores llevan dentro un pedacito de eternidad.


JOSE. ¿Nosotros también?


ALBERTO. ¡Claro! Aunque nunca volvamos a vernos. Siempre que perdure este momento en nuestra memoria.


JOSE. Siento no haber funcionado... Estaba tan nervioso...


ALBERTO. No lo decía por eso, hombre.


JOSE. Acabo de salir de una relación de dieciséis años.


ALBERTO. Deberías ir a un sexólogo.


JOSE. ¿Tú crees?


ALBERTO. Sí.


JOSE. No lo había pensado.


ALBERTO. Deberías ir. Yo tuve un problema parecido, y me sacó del apuro.


JOSE. (Vistiéndose) Bueno, Alberto, ya sabes dónde encontrarme. Tienes mi teléfono. ¿Decías que estabas aquí hasta Septiembre, verdad?


ALBERTO. Sí. Vuelvo al trabajo. La vaca es de donde pace.


JOSE. Bueno, que tengas una feliz vuelta (Le besa).


ALBERTO. Quedan aún dos semanas.


JOSE. ¡Vale! Te llamaré. Adiós (Sale).


(ALBERTO se levanta y enciende el portátil. Coge un cigarro y conecta la música. Después de entrar en el buscador, aparece proyectada la imagen de un  joven de rostro sonriente. ALBERTO va picando varias fotos del mismo)


 ALBERTO. Saúl... Te añoro tanto...que iría ciego a buscarte, allá donde estés. Incluso a la Nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario